- Permeabilizar los testimonios de la violencia que vivió el Perú entre los años 1980 al 2000, en un intento de estrechar los vínculos afectivos entre el espectador y la colectividad testimonial.
- Exponer la división y distancia que generan los signos reconocibles de identidad cultural, socio- económica y étnica.
- Ofrecer al auditorio un contexto que se rija bajo categorías espacio temporales distintas a las del cotidiano; esto dará la posibilidad de habitar y pensar el tiempo de una manera distinta.
- Generar nuevos símbolos para reconciliación con la colectividad testimonial a través de la experiencia prestada.
lunes, 17 de agosto de 2009
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